"La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero quizá sea
igualmente vano esforzarse por comprender el pasado, si no se sabe nada del presente" M. Bloch

viernes, 30 de noviembre de 2012

Vistazo a Arthur Schopenhauer

Echemos un vistazo a Arthur Schopenhauer, "el filósofo pesimista", a través de unas pocas líneas y de un breve aunque esclarecedor documental.
Para Schopenhauer (Danzig/Gdansk, 1788 - Frankfurt del Main, 1860) somos un permanente querer que nunca tiene suficiente, y es por ello que vivimos en un continuo sufrimiento. La realidad es por esto profundamente absurda, la peor posible, pues se rige por la voluntad. 
Lo que la voluntad quiere es desear permanentemente, y nos domina puesto que nosotros mismos somos un conjunto de impulsos y reacciones, seres "deseantes" o de voluntad, nunca satisfechos.
Quedará aún más claro con un sencillo esquema:


Lo único que nos puede librar de este círculo vicioso es la razón, ya que nos permite ver a la voluntad tal y como es, y así rechazar el participar en su terrible juego.

Os dejo el documental. No dura mucho (alrededor de 30 minutos), pero para empezar no está nada mal. Lo siguiente será acudir a documentales más concretos (sobre el amor, sobre la muerte... en el pensamiento de Schopenhauer) y a los mismos libros del autor ("El mundo como voluntad y representación" parece ser su obra principal).



Saludos

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Distintas visiones de la política en democracia

Os traigo sencillamente dos extractos de discursos, ambos de hace poco más o menos un siglo, ambos pertenecientes a dos de las más famosas figuras políticas que han pasado por España. Naturalmente, el traerlos al Café no es un acto inocente o casual. Creo que son de gran actualidad ante la presente crisis en que vive, no sólo la economía de muchos estados, sino la democracia misma. Reflejan dos formas de ver la política y la intervención del ciudadano en la misma; dos formas de ver la soberanía que en la práctica tiene el pueblo. El contexto era entonces diferente al actual, pero en mi opinión ambos textos invitan aun -y especialmente- hoy a la reflexión.

Antonio Maura, año 1916 (en Discursos Conmemorativos, Madrid, Espasa-Calpe, 1961)




"Si la democracia consistiese en que todos los ciudadanos de un país conociesen los asuntos públicos para formar sobre cada cual de ellos su opinión, partícipes en la soberanía... Seríamos nosotros dementes, o la palabra democracia significaría el último de los absurdos. No; la democracia significa que el pueblo, la sociedad entera, se habilite para hacer alguna elección consciente entre unos y otros gestores de la cosa pública. ¡Y no es poco! (...)".








Manuel Azaña, "El problema de España". Mitin en la Casa del Pueblo de Alcalá de Henares, 1911 (en Discursos Políticos, Barcelona, Crítica, 2004)



"¿Democracia hemos dicho? Pues democracia. No caeremos en la ridícula aprensión de tenerla miedo: restaurémosla o mejor, implantémosla, arrancando de sus esenciales formas todas las excrecencias que la desfiguran. No odiéis ni os apartéis de la política porque, sin ella, no nos salvamos. Si la política es el arte de gobernar a un pueblo, hagamos todos política y cuanta más mejor, porque sólo así podremos gobernarnos a nosotros mismos e impedir que nos desgobiernen otros".




Saludos

martes, 4 de septiembre de 2012

Sobre el olvidado siglo XX

Pronto empiezan de nuevo las clases para nosotros los universitarios. En mi caso me enfrento -de grado- con el último año de la licenciatura de Historia. Es una lástima, he disfrutado mucho con la carrera y nuestro futuro como docentes o profesionales de la historia es, hoy por hoy, toda una incógnita. ¡Pero aún quedan muchas horas por delante hasta que éso llegue! Sigamos pues con nuestro propósito que era, si mal no recuerdo, atraer a los interesados lectores hacia otra obra de referencia, la que da título a esta entrada: "Sobre el olvidado siglo XX" (2008), del imprescindible Tony Judt, quien ya pasó antes por nuestro blog (ver).
Pues bien, todavía no he pasado de la introducción de la obra y ya os la anuncio a bombo y platillo. Hoy mismo la recogí de la biblioteca. No puedo en tales condiciones -diréis- escribir una entrada sobre el libro de Judt, si ni siquiera sé si será bueno o valdrá la pena; quizá no debiera, pero sé que lo será y la valdrá. Antecedentes tengo, con la lectura de otras obras suyas como "Algo va mal" (2010) o la monumental "Postguerra" (2005), que dejé "en stand by" durante el verano y pronto retomaré. Pero es que además voy leyendo la introducción y me va encantando, y nada más que un recorte de dicha introducción es lo que os traigo, para abrir boca. En cursiva y entre corchetes van mis comentarios, y destacaré algunas ideas con el subrayado. Allá va:

(...) En suma, el Estado de bienestar nació de un consenso interpartidario del siglo XX. En la mayoría de los casos fue puesto en práctica por liberales o conservadores que habían entrado en la vida pública mucho antes de 1914 y para quienes la provisión pública de servicios médicos universales, pensiones de jubilación, seguros de enfermedad y desempleo, educación gratuita, transporte público subvencionado y otros prerrequisitos de un orden civil estable no representaban la primera fase del socialismo del siglo XX, sino la culminación del liberalismo reformista de finales del siglo XIX. Una perspectiva similar informó el pensamiento de muchos de los partidarios del New Deal en Estados Unidos.
Además, y aquí el recuerdo de la guerra [la segunda mundial] desempeñó de nuevo un papel importante, los estados de bienestar "socialistas" [Judt ironiza -de ahí las comillas- con los que califican al Estado de bienestar de socialista dada su activa intervención en la vida de su población a través de las distintas políticas públicas, subvenciones, etc. Un estado socialista, un estado intervencionista, un estado ineficaz, vendría a ser la despectiva descripción] del siglo XX no se construyeron como avanzadillas de una revolución igualitaria, sino como barreras contra el regreso del pasado: contra la depresión económica y su violento resultado polarizador en las políticas desesperadas del fascismo y del comunismo. Los estados de bienestar eran por tanto estados profilácticos. Fueron diseñados conscientemente para satisfacer el anhelo generalizado de seguridad y estabilidad que John Maynard Keynes y otros previeron mucho antes del final de la Segunda Guerra Mundial -y superaron todas las expectativas-. Gracias a medio siglo de prosperidad y seguridad, en Occidente hemos olvidado los traumas políticos y sociales de la inseguridad masiva. Y así hemos olvidado por qué heredamos esos estados de bienestar y qué fue lo que dio lugar a su creación.

http://opinionesdiscutibles.blogspot.com.es
La paradoja, por supuesto, es que el éxito mismo de los estados de bienestar de economía mixta, al proporcionar la estabilidad social y la desmovilización ideológica que hicieron posible la prosperidad del pasado medio siglo, ha conducido a una generación política más joven a dar por sentadas esas mismas estabilidad y conformidad ideológica, a pedir la eliminación del "impedimento" de un Estado que impone tributación, regula y, en general, interfiere. Si el argumento ideológico de esto es tan sólido como ahora lo parece -si la regulación y la provisión sociales fueron realmente un impedimento para el "crecimiento" y la "eficacia", y no quizá la condición que los facilitó- es discutible. Pero lo que resulta llamativo es hasta qué punto hemos perdido la capacidad incluso de concebir la política pública más allá de un economismo* estrecho. Hemos olvidado cómo pensar políticamente.


Éste también es uno de los paradójicos legados del siglo XX. El agotamiento de las energías políticas en la orgía de violencia y represión de 1914 a 1945 y posteriormente nos ha privado de buena parte de la herencia política de los últimos doscientos años. La terminología de "izquierda" y "derecha", heredada de la Revolución Francesa, no carece por completo de significado en la actualidad, pero ya no describe (como hasta hace poco tiempo) las lealtades políticas de la mayoría de los ciudadanos en las sociedades democráticas. Somos escépticos, si no activamente recelosos, ante los objetivos políticos globales: las grandes narraciones de la Nación, la Historia y el Progreso, que caracterizaron a las familias políticas del siglo XX, ahora parecen desacreditadas sin recuperación posible. Y, así, describimos nuestros objetivos colectivos en términos exclusivamente económicos -prosperidad, crecimiento, PIB, eficacia, producción, tipos de interés y comportamiento del mercado de valores- como si no fueran sólo medios para alcanzar colectivamente unos fines sociales o políticos, sino fines suficientes y necesarios en sí mismos.
En una época apolítica hay mucho que decir de los políticos que piensan y hablan económicamente: después de todo, así es como la mayoría de la gente concibe hoy sus oportunidades e intereses vitales, y cualquier proyecto de política pública que ignorase esta verdad no llegaría muy lejos. Pero eso es sólo como son las cosas ahora. No han sido siempre así, y no tenemos buenas razones para suponer que seguirán siéndolo en el futuro. No sólo la naturaleza aborrece el vacío: las democracias en las que no hay opciones políticas significativas, en las que la política económica es todo lo que realmente importa -y en las que la política económica está en buena parte determinada por actores no políticos (bancos centrales, agencias internacionales o corporaciones transnacionales)- bien dejarán de ser democracias que funcionen o volverán a presenciar la política de la frustración, del resentimiento populista. La Europa central y oriental postcomunista ilustra cómo puede ocurrir esto; la trayectoria política de democracias similarmente frágiles en otros lugares, del sur de Asia a América Latina, es otro ejemplo. Fuera de Norteamérica y de Europa occidental parece que el siglo XX sigue con nosotros.

Fin de la transcripción.


No os engañéis por el breve fragmento que he traído. De seguro el libro ahondará en estos juicios, pero incorporando otros análisis históricos y en especial (esto lo he visto con un vistazo al índice) el papel de las ideas y la responsabilidad de los intelectuales que poblaron el pasado y turbulento siglo. Es un libro sobre el siglo XX visto desde inicios del XXI, un libro-advertencia, o un libro-consejo... un libro crítico. Olvidamos el pasado siglo, qué llevó a hacernos tal como éramos, tal como somos; olvidamos las consecuencias de cargar demasiado el saco, de pensar demasiado en abstracto, de olvidar a la gente que hace que todo el sistema circule sin taquicardias. Como el niño que olvidase las propiedades del fuego, aquel que ignore las lecciones del pasado corre el riesgo de abrasarse. Es lo que Tony Judt pareció querer advertirnos en sus obras.

Saludos 

* Economismo: doctrina que defiende la primacía de los factores económicos sobre los de cualquier otra índole.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Camus rebelado


Terminado de leer el excelente libro de Albert Camus 'The Rebel' (L'Homme révolté, 1951) en una edición británica, paso a comentar de qué trata el libro y a traer, como acostumbro, algún fragmento de entre los que me llamaron especialmente la atención. A continuación podréis decidir si, personalmente, os interesa su lectura.

No es una novela, sino un ensayo; sobre filosofía política, diría yo. Camus se pregunta sobre qué dio origen a los totalitarismos del siglo XX. Se remonta en su explicación a la Revolución francesa y Saint-Just, a autores como Sade o Dostoyevsky, al romanticismo, a los terroristas rusos de finales del XIX y principios del XX, a la "muerte" de Dios y al nihilismo, a Nietzsche y su influencia, al pensamiento de Hegel y al de Marx y su interpretación posterior, a cómo el socialismo promete un paraíso, en un futuro indeterminado, que llega a justificar los medios más perversos. Se habla de Hitler y se habla de Stalin. Se habla del paralelismo que presentan los sistemas capitalista y socialista en el mundo bipolar de la Guerra Fría, y del peligro nuclear que pende sobre toda la humanidad. De cómo, finalmente, la revolución acaba por apartarse de las aspiraciones de la rebelión que fue su origen, traicionándola. El mismo Camus deja claro el objeto de la obra: "Uno puede pensar que el período que en unos cincuenta años exilia, esclaviza o mata a setenta millones de seres humanos puede únicamente, y con razón, ser condenado. Creemos que es menester, además, comprenderlo".

Hecha la pequeña presentación del contenido, paso a transcribir el fragmento prometido. Este libro es de los que se presta a ser continuamente subrayado y/o anotado (maltratado, diría más de uno), dada la cantidad de frases y pensamientos geniales o muy destacables en que abunda. El "recorte" que os traigo se encuentra en mi edición en la página 248 y posteriores, ya casi hacia el final del libro. Decía al principio que se trata de una edición británica: efectívamente, me hice con el ensayo en una preciosa librería de viejo de Glasgow. Mi inglés no es el mejor, la traducción es un poco libre (prefiero emplear un castellano atractivo antes que realizar una sustitución literal y ajustada del verbo inglés; que a su vez es traducción del original francés, en cualquier caso), pero mantendré el "espíritu" de cada frase, sin cambiar en ningún caso la idea que Camus quiso transmitir. 
En fin, sin más preámbulo, habla el filósofo:

"...ya es hora de decir, provisionalmente, que la más extrema forma de libertad, la libertad para matar, no es compatible con los motivos de la rebelión. La rebelión no es en ningún caso una demanda de libertad absoluta. Al contrario, la rebelión pone a la libertad absoluta en tela de juicio. El objeto de su ataque es justamente el poder ilimitado que autoriza al superior [entiéndase en la oposición amo/esclavo, propietario/obrero, etc] a violar la frontera prohibida. Lejos de demandar una independencia general, el rebelde desea el reconocimiento de que la libertad encuentra sus límites allá donde topa con el ser humano (...). El rebelde demanda indudablemente un cierto grado de libertad para sí mismo; pero en ningún caso demanda el derecho de destruir la existencia y libertad de otros. Él no humilla a nadie. La libertad que reclama, la reclama para todos; la libertad que rechaza, a todos se la niega. No se trata únicamente del esclavo contra el amo, sino también del hombre contra el mundo de esclavos y amos. (...) El poder ilimitado no es la ley única. Es en el nombre de otro valor que el rebelde afirma la imposibilidad de libertad absoluta, mientras clama para sí mismo la libertad relativa necesaria para que dicha imposibilidad sea reconocida. Toda libertad humana, en sus mismas raíces, es pues relativa. (...)

Es posible entonces afirmar que la rebelión, cuando desemboca en destrucción, es ilógica. Clamando por la unidad de la condición humana, es una fuerza de vida y no de muerte. Su más profunda lógica no es de destrucción: es una lógica de creación. (...) La pasión nihilista, sumada a la falsedad e injusticia, destruye, en su furia, estas demandas antiguas, privando a la rebelión de sus más convincentes razones. Mata, en la profunda convicción de que este mundo está dedicado a la muerte. Consecuencia de la rebelión es, al contrario, el rechazo a legitimar el asesinato ya que la rebelión es, a priori, una protesta contra la muerte. 
Pero si el hombre fuera capaz de introducir, enteramente por su mano, unidad en el mundo; si pudiera establecer un reino, por él mismo, de sinceridad, inocencia, y justicia: sería el mismo Dios. Si pudiera hacerse, ciertamente, ya no habrían más razones para la rebelión. Si la rebelión existe es porque la falsedad, la injusticia y la violencia forman parte de las condiciones en que el rebelde vive. No puede, por esta razón, decidir absolutamente no matar o mentir sin renunciar a su rebelión -aceptando entonces, de una vez y para siempre, la maldad y el asesinato que le rodean. Pero tampoco puede aceptar matar y mentir, desde el momento en que el razonamiento inverso que justificaría el asesinato y la violencia también destruiría la razón de su insurrección. Es por esto que el rebelde no puede nunca encontrar la paz. Conoce lo que está bien y, a pesar suyo, hace el mal. (...) En cualquier caso, si no siempre es capaz de no matar -ya sea directa o indirectamente-, siempre puede poner su convicción y pasión en trabajar por disminuir las ocasiones de asesinato a su alrededor. (...) Si finalmente se ve forzado a matar, él mismo aceptará la muerte. Fiel a sus orígenes, el rebelde demuestra mediante el sacrificio que la libertad real no es libertad para asesinar sino libertad para enfrentar la propia muerte. Al mismo tiempo, alcanza el honor en términos metafísicos. Es entonces cuando Kalyayev sube al cadalso, desde donde visiblemente muestra a todos sus camaradas el límite exacto en el cual el honor del hombre empieza y acaba".

No está mal... En este fragmento, Camus muestra su visión ideal de lo que debería ser el rebelde y su rebelión, muy lejos de aquello en lo que históricamente la rebelión ha terminado transformándose, demasiado a menudo: un "movimiento" en el que unas élites revolucionarias se perpetúan y matan en mor de un paraíso prometido, cínicamente, sin por supuesto aceptar esos límites a su propia libertad, ni la muerte propia a cambio de la ajena. La rebelión deja de existir, deja de ser; ya no es sino voluntad de poder e imperio.

Acabo con algunas frases más, que pueden encontrarse en el libro:

"Un fin que requiera medios injustos no es un fin justo". Atribuída a Karl Marx. Al menos en el momento de escribir estas líneas comulgó con el pensamiento de Camus.
"Si nos decidimos a rebelarnos, debe ser porque hemos aceptado que la sociedad humana tiene algun valor positivo. (...) La rebelión no puede existir sin una extraña forma de amor". Palabras de Herbert Read, en la introducción previa a la obra. Precioso.
Y estas de Camus:
"La política no puede ser religión. De lo contrario, no es sino Inquisición".
"El arte y la rebelión sólo morirán con la muerte del último hombre en la tierra".
"La generosidad real respecto al futuro radica en dárselo todo al presente". Podríamos conectar esta sentencia con la anterior frase de Marx y situarla contra aquellos que, prometiendo el futuro paraíso terrenal, consienten -o promueven- el sufrimiento de las generaciones presentes.

En fin, un libro muy interesante. Por mi parte, me lanzo de cabeza a leer otras obras de Camus. Como pensador y escritor promete no dejar indiferente.

desde http://malditovivant.files.wordpress.com



Saludos

sábado, 30 de junio de 2012

Sobre el placer de la lectura

Acabo de terminar mi primera lectura del autor Daniel Pennac... y apostaría a que no es la última. Se trata de su célebre ensayo "Como una novela", que a mis ojos trata sobre el placer de leer, cómo se les da o se les quita a nuestros jóvenes a través de la influencia de los padres y de la escuela (una curiosidad no se fuerza, se despierta, nos dice Pennac), y sobre los derechos que el lector tiene, como lector que es.
Como acostumbro a hacer, traigo unos fragmentos que me han gustado y parecido especialmente significativos, para que podáis juzgar vosotros mismos.

Algo deprimente de todos modos, esta unanimidad...
Como si (...) el papel de la escuela se limitara siempre y en todas partes al aprendizaje de técnicas, al deber del comentario, y cortara el acceso inmediato a los libros mediante la abolición del placer de leer. Parece establecido desde tiempos inmemoriales, y en todas las latitudes, que el placer no tiene que figurar en el programa de las escuelas y que el conocimiento sólo puede ser el fruto de un sufrimiento bien entendido. (...) cuando todo, absolutamente todo en la vida escolar -programas, notas, exámenes, clasificaciones, ciclos, orientaciones, secciones-, afirma la finalidad competitiva de la institución, inducida por el mercado del trabajo.
Que el colegial, de vez en cuando, encuentre un profesor cuyo entusiasmo parece considerar las matemáticas en sí mismas, que las enseñe como una de las Bellas Artes, que haga que se las ame por la virtud de su propia vitalidad, y gracias al cual el esfuerzo se convierta en placer, depende del azar del encuentro, no del talante de la Institución.
(...)
La lectura se aprende en la escuela.
Amar la lectura...

Y yendo con el ejemplo de uno de esos maestros que sí son capaces de despertar el interes de sus jóvenes alumnos:
En la biografía que dedica al poeta Georges Perros, Jean-Marie Gibbal cita esta frase de una estudiante de Rennes donde enseñaba Perros:

"Él (Perros) llegaba la mañana del martes, desgreñado por el viento y por el frío en su moto azul y oxidada. Encorvado, con un chaquetón de marinero, la pipa en la boca o en la mano. Vaciaba una bolsa de libros sobre la mesa. Y era la vida".

Quince años después, la maravillosa maravillada sigue contándolo. Con la sonrisa puesta sobre la taza de café piensa, reúne lentamente sus propios recuerdos, y después:
- Sí, era la vida: media tonelada de libros, pipas, tabaco, un ejemplar del France-soir o de L'Equipe, llaves, carnés, facturas, una bujía de su moto... De este fárrago sacaba un libro, nos miraba, soltaba una risa que nos daba apetito, y comenzaba a leer. Caminaba mientras leía, una mano en el bolsillo, la otra, la que sostenía el libro, un poco tensa, como si, leyéndolo, nos lo ofreciera. Todas sus lecturas eran regalos. No nos pedía nada a cambio. Cuando la atención de alguno o alguna de nosotros flaqueaba, abandonaba la lectura un segundo, miraba al dormido y silbaba. No era una reprimenda, era una alegre devolución a la conciencia. No nos perdía jamás de vista. Hasta en lo más profundo de su lectura, nos contemplaba por encima de los renglones. Tenía una voz sonora y luminosa, un poco aterciopelada, que llenava perfectamente el volumen de las clases (...) Asumía instintivamente las medidas del espacio y de nuestros cerebros. Era la caja de resonancia natural de todos los libros, la encarnación del texto, el libro hecho hombre. Por su voz descubríamos de repente que todo aquello había sido escrito para nosotros. Este descubrimiento intervenía después de una interminable escolaridad en la que la enseñanza de la Literatura nos había mantenido a una distancia respetuosa de los libros. Así pues, ¿qué hacía él que no hubieran hecho otros profesores? Nada. En determinados aspectos, hacía incluso menos. Sólo que, mira, no nos entregaba la literatura en un cuentagotas analítico, nos la servía en dosis generosas... Y entendíamos todo lo que nos leía. Lo entendíamos. No había más luminosa explicación del texto que el sonido de su voz cuando anticipaba la intención del autor, revelaba una segunda intención, desvelaba una alusión..., imposibilitaba el contrasentido.
(...)
Nos daba una hora de clase a la semana. Esa hora se parecía a su macuto: una mudanza. Cuando nos abandonó al fin del año, eché cuentas: Shakespeare, Proust, Kafka, Vialatte, Strindberg, Kierskegaard, Molière, Beckett, Marivaux, Valéry, Huysmans, Rilke, Bataille, Gracq, Hardellet, Cervantes, Laclos, Cioran, Chéjov, Henri Thomas, Butor... Los cito en desorden y olvido muchos. ¡En diez años, no había oído ni la décima parte!
Nos hablaba de todo, nos lo leía todo (...). Nos tomaba por lo que éramos, unos jóvenes bachilleres incultos y que merecían saber. Y ni hablar de patrimonio cultural, de sagrados secretos pegados a las estrellas; en su caso, los textos no caían del cielo, los recogía del suelo y nos los daba a leer. Todo estaba allí, alrededor de nosotros, pletórico de vida. Recuerdo nuestra decepción, al principio, cuando abordó las grandes figuras, aquellos de quienes nuestros profesores, pese a todo, nos habían hablado, los poquísimos que creíamos conocer bien: La Fontaine, Molière... En una hora, perdieron su estatuto de divinidades escolares para hacérsenos íntimos y misteriosos..., es decir, indispensables. Perros resucitaba los autores. Levántate y anda: de Apollinaire a Zola, de Brecht a Wilde, todos acudían a nuestra clase, completamente vivos, como si salieran de chez Michou, el café de enfrente. Café donde a veces nos ofrecía una seguda parte. No jugaba, sin embargo, al profe-colega, no era su estilo. Perseguía pura y simplemente lo que denominaba su "curso de ignorancia". Con él, la cultura dejaba de ser una religión de Estado y la barra de un bar era una cátedra tan presentable como una tarima. Nosotros mismos, al escucharlo, no sentíamos deseos de entrar en religión, de vestir el hábito del saber. Teníamos ganas de leer, y punto... Así que se callaba, desvalijábamos las librerías de Rennes y de Quimper. Y cuanto más leíamos, más ignorantes, en efecto, nos sentíamos, solos sobre la arena de nuestra ignorancia, y frente al mar. Sólo que, con él, ya no teníamos miedo de mojarnos.

 Tiene otro libro en el que también trata cuestiones sobre pedagogía y enseñanza (yo ya he tomado nota y antes o después acabaré leyéndolo): "Mal de escuela".

listal.com

Saludos

viernes, 8 de junio de 2012

En clase de Arcadi Oliveres

Hace algún tiempo, allá por septiembre del 2011 si la memoria no me falla, tuve el placer de asistir a una serie de ponencias sobre los Objetivos del Milenio en las que participaba el profesor Arcadi Oliveres. Yo lo había conocido antes, a través de la red, probablemente uno de sus mayores medios de difusión, junto a su aula y sus publicaciones, entrevistas y apariciones (en Plaça Catalunya junto a los indignados, sin ir más lejos). Fue al verle entre los ponentes participantes, de hecho, cuando me decidí a asistir al ciclo de conferencias, no sin antes reclutar a unos cuantos compañeros de la facultad.
Bien, hoy he podido asistir a dos de sus clases, gracias a quienes tuvieron la iniciativa de grabarlas, y a quienes nos facilitan el acceso a los vídeos: los compañeros del proyecto "Documental sobre Arcadi Oliveres".  Desde aquí, muchas gracias y la mejor de las suertes con vuestra iniciativa.

¿Queréis asistir a dos horas de clase magistral con el profesor Arcadi? Os recomiendo mantener bien abiertos ojos y oídos: serán dos horas intensas en las que aprenderéis cómo funciona el sistema globalizado en el que vivimos. Una corta frase de Galeano (Patas Arriba, 1998) lo define muy bien: "Nunca tantos han sufrido tanto por tan pocos".
Sin más dilación, dejemos hablar al profesor...

Parte 1


Parte 2




Saludos

ps: No es la primera vez que traemos al Café al profesor Oliveres. Podéis ver la otra entrada que le dedicamos justo aquí.

domingo, 6 de mayo de 2012

Escuchando a Galeano

Comparto un vídeo, un descubrimiento más de cuantos se dan surcando los mares de Internet. Se trata de una entrevista a Eduardo Galeano en el programa catalán Singulars (Singulares). Tan sólo la introducción está en lengua catalana, el resto de la entrevista transcurre en castellano. Si tuvieseis problemas para comprenderla, no obstante, no tendré problema en traducirla para vosotros.


En el programa, Galeano habla sobre la política, los mercados financieros, los movimientos de protesta (la entrevista se realizó hace aproximadamente un año, cuando el movimiento indignado era una novedad), la utopía... incluso sobre fútbol. Se tocan diversos temas, pero siempre desde el estilo inconfundible del escritor uruguayo, que aúna la crítica más profunda con un tono casi poético, de manera que tras ser escuchado -o leído- siempre nos deja como un eco a modo de lección o recordatorio moral.

Galeano cuenta con varias obras muy conocidas, como Las venas abiertas de América Latina (1971), El libro de los abrazos (1989), o Patas arriba: la escuela del mundo al revés (2008), el único que he tenido el placer de leer, por el momento.
Por lo que decía de su estilo, y para que os hagáis una idea del contenido del último de los títulos que os he dado, transcribo algunas frases:
-"Se sataniza al drogadicto y, sobre todo, al drogadicto pobre, como se sataniza al pobre que roba, para absolver a la sociedad que los genera".
-"Los países que más armas venden al mundo son los mismos países que tienen a su cargo la paz mundial".
-"José Hernández, el poeta, había comparado a la ley con el cuchillo, que jamás ofende a quien lo maneja".
-"Hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la seguridad".
-"La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado".
-"El robo chico es delito contra la propiedad. El robo grande es derecho de los propietarios".
-"Como en todos los países pobres, más poder que el voto tiene el veto: el voto democrático propone y la dictadura financiera dispone".
-"El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica su crimen, y así lo recomienda".

En el mismo vídeo adjunto encontraréis otras tantas "frases galeanas". Yo, personalmente, me quedo con esta: "Yo no creo que valga la pena vivir para ganar. Creo que vale la pena vivir para hacer lo que la conciencia te dicte que debes hacer, y no lo que te conviene... Y esto vale para todo".  ¡Cómo sería nuestro mundo si sus habitantes se la aplicasen!


Saludos

sábado, 14 de abril de 2012

El rap de Hayek y Keynes

Justo estoy planeando el mejor modo de enfocar un trabajo sobre la actual crisis del capitalismo (la que el Nobel de Economía Stiglitz llama "Gran Recesión") cuando me encuentro en Youtube con estos originales videos en los que se nos exponen las dos principales teorías económicas del siglo XX... enfrentadas a ritmo de rap.




Con acceder a las biografías de ambos economistas por Internet (Hayek; Keynes) ya encontraréis información más que suficiente para empezar a indagar; más aún si, como le sucede a un servidor, no estáis todavía familiarizados con todos los términos de la ciencia económica. Por lo poco que sé, las letras que vemos en los videos no están nada desencaminadas sobre sus posturas respecto a en qué medida debe el Estado intervenir en la economía y cómo -y hacia qué sectores- se debe enfocar el gasto, especialmente en tiempos de crisis como los que corren. A grandes rasgos, Hayek aboga por dejar que el mercado se autorregule, sin intervención estatal (pues ello conduciría progresivamente al temible socialismo), mientras Keynes apuesta por corregirlo "desde arriba", incentivando el gasto y la circulación de dinero -especialmente- en tiempos de crisis.

Sobre todo, un aplauso para los creadores de ambos videos. Es una idea muy original.
( http://econstories.tv/ )

Saludos

Nota: para ver los videos a buen tamaño click sobre el icono "Youtube" en la esquina inferior derecha de las respectivas ventanas.

viernes, 23 de marzo de 2012

"Ardor guerrero", de Antonio Muñoz Molina

Novela-memoria del escritor Antonio Muñoz Molina, de su período de mili en realidad, que transcurrió entre 1979 y 1980 en San Sebastián. En ella, y en palabras de Justo Serna (Pasados ejemplares. Historia y narración en Antonio Muñoz Molina), el autor aprecia el desajuste que hay entre la grandilocuencia militar, entre la épica guerrera, y la estulticia, la mediocridad e incluso la crueldad de la tropa y sus mandos. Justo por eso llama la atención el título de la obra, "Ardor Guerrero", del Himno de Infantería. La patriótica letra es desmentida por la memoria militar a la que accede el lector. No hay bravura, no hay amor patrio, ni hay ansia guerrera; hay mezquindad, mediocridad, crueldad ordinaria para sobrevivir en un entorno sedentario de escribientes que se escaquean y de mandos que se aturden con alcoholes.
Quien lea la obra encontrará personajes entrañables, como el flojo y amigable brigada Peláez o el romántico y radical Pepe Rifón, pasando por los cabos chusqueros, los "bisa" de gorra capada, expertos en el escaqueo y  el consumo indetectado de alcohol y hachís, o los nerviosos nuevos reclutas (los "conejos"), que todavía destilan marcialidad y buenas maneras tras la intensa experiencia previa del campamento. Encontrará también un reflejo de la España de la época, del conflicto en el País Vasco, del miedo al golpismo militar, de los restos aun visibles de la dictadura, de la música del momento,  de lo que los cines proyectaban... en resumen, de todo cuanto Muñoz Molina recuerda -o quiere recordar- pasados quince años de los hechos.

http://laantiguabiblos.blogspot.com

De un tiempo a esta parte le he cogido gusto a subrayar, o incluso a comentar, los libros a medida que los leo. Así, puedo ahora localizar fácilmente alguno de los puntos que me llamaron más la atención, los que mejor definen la obra, y compartirlos aquí; seguro, eso sí, de no estar "espoileando" a nadie.
Sobre la opinión que la práctica de la milicia le merece a Antonio Muñoz Molina, por ejemplo, podemos encontrar "... otro rasgo del miedo militar, el miedo a ser el único en algo, a encontrarme solo entre los otros, que no tendrían la menor compasión hacia mí, porque en el Ejército una de las primeras cosas que uno perdía era la piedad" o "El punto máximo de aquella retórica era la eliminación de toda palabra articulada: se propendía, en las arengas, al grito afónico, y en las órdenes, al ladrido y la onomatopeya".
Quizá era su condición de intelectual, ya por entoces de izquierdas, la que le predisponía a sentirse a disgusto inserto en ese mundo castrense, y a buscar los momentos de soledad, como oxígeno necesario para no desfallecer ("Bastaba el olor, el roce civilizado del papel, la quietud de aquel lugar en el que no había casi nadie"); si bien reconoce que la mili le ayudó a salir de la pecera universitaria en la que hasta entonces se había movido: "Seis años en la universidad, dedicados a leer libros y a ver películas en cineclubes universitarios y a discutir sobre libros, películas y política con personas que hacían más o menos lo mismo que yo me habían influido mucho más de lo que yo estaba dispuesto a reconocer, segregándome de la vida común, o haciéndome creer que esa vida era la de los universitarios y los aspirantes a intelectuales de izquierdas con los que yo trataba".
Pero sin duda, las meditaciones más provechosas -desde el punto de vista histórico- son aquellas que se refieren directamente a la época, al ambiente quizá algo enrarecido de aquella España que se adentraba en los ochenta. Os dejo ejemplos: 
"...el aire rancio de las dependencias militares que la Constitución de 1978 ni siquiera había empezado a ventilar, igual que nadie había cambiado aún los escudos de las banderas, que seguían luciendo el águila negra del franquismo, ni descolgado los retratos de Franco".
"Todo podía quebrarse, lo mismo mi destino de oficinista que la democracia española".
Y al igual que se ha considerado que el siglo XX realmente comienza en 1914 con la gran guerra industrial, él considera superados nuestros setenta tras el golpe de Tejero: "Los ochenta sólo comenzaron cuando dejamos de ser rehenes de los golpistas y de los terroristas y cuando los héroes de la década anterior [entiendo que se refiere a las grandes personalidades de la izquierda] empezaron a perder sus resplandores heroicos como trámite previo a la pérdida de la vergüenza". Y es que cierta izquierda no escapa a su crítica, y en alguna ocasión nos dice Molina que le sabía mal su propia moderación, su posicionamiento quizá pequeñoburgués:  "Pero mi amigo Pepe no era entonces el único que cerraba los ojos: casi nadie en la izquierda sabía o intentaba saber, y los intelectuales más viajados y agasajados volvían de la Unión Soviética o de Cuba o de la Rumanía de Ceaucescu sin contar nada, sin haberse enterado en apariencia de nada".

En fin, una lectura recomendable para cualquiera, y más aún para aquellos que quieran bucear en el estado de ánimo de aquel período, nexo entre dos décadas, lleno de pintadas abertzales y cargas de antidisturbios, cargos militares asesinados a tiros en plena calle, de grupos de matones fascistas encapuchados y de jóvenes comunistas admiradores de Stalin; o para aquellos que quieran recordar en cierta medida su propia mili comparándola con la del relato de  Muñoz Molina; o para aquellos, por último, que nunca la hicimos y queramos saber de qué manera se disfrutaba y se sufría, en espera de la anhelada "blanca".

Saludos

domingo, 4 de marzo de 2012

Breve resumen de la crisis financiera global

Transcribo para el blog un extracto del libro "Neoliberalismo. Una breve introducción" de Manfred B. Steger y Ravi K. Roy (Alianza Editorial), que estoy leyendo para la realización de un trabajo. Es un complemento perfecto al visionado del documental de Charles Ferguson 'Inside Job' (podéis visualizarlo aquí), para tratar de entender las causas de la actual crisis del sistema.
El libro en cuestión es muy recomendable, con alrededor de 200 páginas de lectura sencilla pero esclarecedora, y podéis encontrarlo en edición de bolsillo, más económica. Como dice el título, su función es de introducción, pues el número de páginas no permite una densidad mayor. No obstante, y en mi opinión, toca todas las teclas que se tienen que tocar, y junto con la lectura de "Algo va mal" del historiador Tony Judt, que ahonda más en los antecedentes históricos, resulta muy aconsejable para quien quiera comprender las causas y orígenes de la actual coyuntura, sin ahogarse en números, cifras y estadísticas, y con un estilo ameno y sencillo.
Hecha la publicidad, allá va el texto. No transcribo el cien por cien, y el subrayado es mío.

desde melibro.com



Durante los años 80 y 90 el mercado de hipotecas estadounidense se vio espoleado, porque consecutivamente hubo tres gobiernos neoliberales que elevaron los límites de los préstamos que podían solicitarse y redujeron los requisitos para hacerlo. Desde que Reagan subió al poder, la Administración americana alentó la desregulación de la industria de servicios financieros. Probablemente la propuesta más relevante en este aspecto fue la liquidación de la Ley Glass-Steagall, firmada por el presidente Roosevelt en 1933 para impedir que los bancos comerciales intervinieran en la actividad inversora de Wall Street. Después de todo, la crisis del 1929 y la Gran Depresión que vino tras ella habían demostrado de manera palpable el peligro que entrañaba permitir que las sociedades de ahorro y préstamo se involucraran en el frenesí especulativo de Wall Street, sin terminar en la bancarrota, como muchas entidades de entonces, y sin que los clientes perdieran sus activos.

En la primavera de 1987 el Tribunal de la Reserva Federal votó a favor de que se relajaran algunas de las regulaciones contenidas en la Glass-Steagall, argumentando que desde los oscuros días de la Gran Depresión ya se habían instaurado tres controles muy serios sobre la especulación corporativa, los cuales eran más que suficientes para garantizar que no se produciría otra crisis económica a gran escala:
1) La comisión de Valores y Cambio;
2) el alto nivel de sofisticación de la mayoría de las inversiones;
3) las agencias independientes de Asesoría Crediticia, como Moody's Investors Services, que hacían llegar información fiable a los inversores.

A principios de los 90 los grandes bancos comerciales, como J.P.Morgan, Citicorp o Chase Manhattan, tenían autorización de la Reserva Federal para suscribir títulos de valores. En 1996, el Alto Tribunal de la Reserva, bajo presidencia de Alan Greenspan, dio instrucciones para que las compañías bancarias pudieran poseer como afiliados bancos de inversión que tuvieran hasta el 25% de sus negocios en acciones. En 1999 el Congreso votó a favor de que se anulara la Ley Glass-Steagall; el presidente Clinton firmó las órdenes por las que se eliminaban las restricciones que impedían a los bancos comerciales poseer bancos de inversión.
Esta serie de desregulaciones neoliberales trajo consigo una oleada de fusiones que derivaron en inmensos conglomerados de servicios financieros, que deseaban con avidez iniciar actividades bursátiles en áreas que no tenían necesariamente que ver con su negocio. Los derivados, los futuros financieros, las permutas de moras crediticias y otros instrumentos relacionados (...)
Protegidos por la política monetarista del presidente Greenspan, que mantenía bajas tasas de interés y alentaba el crédito, los bancos de inversión ampliaron sus mercados de capital comprando arriesgados créditos subprime a los agentes hipotecarios, que ante el señuelo de las comisiones estaban aceptando hipotecas inmobiliarias con una entrada reducida o nula y sin verificación del crédito. Estos productos, cada vez más extendidos en Estados Unidos, eran hipotecas de interés variable, sometidas a las fluctuaciones de las tasas de interés a corto plazo. Los bancos de inversión no dejaron escapar estos préstamos de alto riesgo, sabiendo que podían revender dichos activos -con sus correspondiente riesgo- incluyéndolos en paquetes de valores compuestos que ya no estaban sometidos a regulación gubernamental. De hecho, uno de los más complejos instrumentos financieros innovadores, las llamadas "obligaciones de deuda colateralizadas", solían ocultar los préstamos conflictivos escondiéndolos entre activos de menor riesgo para revendérselos a inversores inexpertos.
Pero si la garantía era tan baja, ¿por qué seguían invirtiendo las personas y las instituciones en estos valores respaldados por hipotecas? Podemos pensar en tres razones fundamentales. Primero, como se ha dicho, los esotéricos paquetes de valores solían ocultar el nivel de riesgo implicado y los inversores no comprendían la complejidad de los nuevos fondos de inversión. Segundo, los inversores confiaban en la excelente reputación de unos gigantes financieros de la talla del Bank of America o Citicorp. Tercero, se creían el contenido de los informes de calificación positiva que emitían Standard and Poor's o Moody's, sin darse cuenta de que estas empresas estaban también involucradas en la creciente burbuja especulativa. Para maximizar sus beneficios estos gigantes de la calificación bancaria tenían un interés bastardo en que crecieran los mercados de valores y por eso pintaban los intereses inherentes con un tono exageradamente optimista.

Los altos rendimientos que se obtenían de estos nuevos fondos de valores atrajeron cada vez más a inversores de todo el mundo. Pronto se llegó a manejar un billón de dólares en lo que dieron en llamarse "activos tóxicos". A mediados de 2007, la apisonadora financiera se quedó sin fuelle, en el momento en que el precio de las propiedades americanas, muy sobrevaloradas, empezó a caer, y las ejecuciones de hipotécas se dispararon. Los inversores se dieron cuenta de los graves riesgos que escondía el mercado de valores y retiraron su confianza. En consecuencia, el valor de los fondos de hipotecas se desmoronó y los bancos intentaron desesperadamente, aunque en vano, eliminar de alguna manera las deudas que aparecían en sus balances.
Algunas de las instituciones financieras más importantes y reverenciadas, aseguradoras y entidades suscriptoras de préstamos hipotecarios avaladas por el Estado, como Lehman Brothers, Bear Stearns, Merrill Lynch, Goldman Sachs, AIG, Citicorp, J.P.Morgan Chase, Indy Mac Bank, Morgan Stanley, Fannie Mae y Freddie Mac, por mencionar algunas, o bien se declararon en bancarrota o tuvieron que ser rescatadas por lo que ha sido el más espectacular giro hacia la "nacionalización" que jamás se halla visto en América desde la Gran Depresión. Para mayor ironía, el gobierno de Bush apoyó la compra de hasta 700 000 millones de dólares en títulos de hipotecas embargadas, a cambio de tener participación en el negocio. Gran Bretaña y la mayoría de los demás países industrializados hicieron lo mismo, y apoyaron la concesión de rescates de miles de millones, confiados en que inyectando semejantes cantidades de dinero a los convalecientes mercados financieros apuntalarían unas instituciones "demasiado importantes como para dejar que se derrumben". Pero los generosos paquetes de rescate lo único que consiguieron fue permitir que los fuertes conglomerados financieros gastaran aun más dinero, sin tener que declararse en bancarrota. El coste que han pagado los contribuyentes de todo el mundo es verdaderamente abrumador: las generaciones futuras tendrán que reponer los billones de dólares que se han utilizado para financiar estos programas de rescate.
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Con todo, una de las principales consecuencias del fracasado sistema económico fue que al intentar reconstruir su capital base, los bancos apenas podían seguir concediendo altas sumas de dinero en préstamos. El flujo crediticio quedó reducido a un suave goteo y las empresas e individuos que confiaban en estos préstamos encontraron mucha dificultad para obtenerlos. Esta reducción de crédito afectó a la rentabilidad de muchos negocios, que se vieron forzados a reducir la producción y a despedir trabajadores. La tasa de desempleo se disparó, al tiempo que los mercados mundiales de valores caían estrepitosamente (...)

Una tras otra, las economías de todos los países del mundo se sumían en la recesión. Las predicciones del Banco Mundial para marzo de 2009 indicaban que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial tanto la economía global como el volumen de comercio internacional se retraerían. El informe también destacaba que el golpe sería particularmente duro para los países en desarrollo (...). La crisis "financiera" global se había convertido en una crisis "económica" global.

Y a continuación, una interesante tabla comparativa:
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Así son las cosas, y así nos las cuentan algunos.

Saludos

jueves, 1 de marzo de 2012

Einstein, sobre la buena educación

Palabras del archiconocido científico Albert Einstein. Profesores presentes y futuros, presten atención.

EDUCACIÓN Y PENSAMIENTO INDEPENDIENTE

Del New York Times, 5 de octubre de 1952

No basta con enseñar a un hombre una especialidad. Aunque esto pueda convertirle en una especie de máquina útil, no tendrá una personalidad armoniosamente desarrollada. Es esencial que el estudiante adquiera una comprensión de los valores y una profunda afinidad hacia ellos. Debe adquirir un vigoroso sentimiento de lo bello y de lo moralmente bueno. De otro modo, con la especialización de sus conocimientos más parecerá un perro bien adiestrado que una persona armoniosamente desarrollada. Debe aprender a comprender las motivaciones de los seres humanos, sus ilusiones y sus sufrimientos, para lograr una relación adecuada con su prójimo y con la comunidad.
Estas cosas preciosas se transmiten a las generaciones más jóvenes mediante el contacto personal con los que enseñan, no (o al menos no básicamente) a través de libros de texto. Es esto lo que constituye y conserva básicamente la cultura. Es en esto en lo que pienso cuando recomiendo "el arte y las letras" como disciplinas importantes y no sólo el árido y estéril conocimiento especializado en los campos de la historia y de la filosofía.
La insistencia exagerada en el sistema competitivo y la especialización prematura en base a la utilidad inmediata matan el espíritu en que se basa toda vida cultural, incluido el conocimiento especializado.
Es también vital para una educación fecunda que se desarrolle en el joven una capacidad de pensamiento crítico independiente, desarrollo que corre graves riesgos si se lo sobrecarga con muchas y variadas disciplinas. Este exceso conduce inevitablemente a la superficialidad. La enseñanza debería ser de tal naturaleza que lo que se ofreciese se recibiera como un don valioso y no como un penoso deber.
http://yobeauty.files.wordpress.com


Y aquí un fragmento que me ha llamado especialmente la atención, de un discurso pronunciado en Albany, New York State, en la celebración del tricentenario del inicio de la enseñanza superior en Estados Unidos, el 15 de octubre de 1936. Publicado en Out of My Later Years (Nueva York. Philosophical Library, 1950):

(...) hemos de prevenirnos contra quienes predican a los jóvenes el éxito, en el sentido habitual, como objetivo de la vida. Pues el hombre que triunfa es el que recibe mucho de sus semejantes, normalmente muchísimo más de lo que corresponde al servicio que les presta. El valor de un hombre debería juzgarse en función de lo que da y no de lo que es capaz de recibir.


 Fuente de los textos:
El libro "Albert Einstein. Mis ideas y opiniones". Colección Los libros que cambiaron el mundo. Prisa Innova S.L., Madrid (2009)

Saludos

sábado, 4 de febrero de 2012

Irán, teatro de alto riesgo

Traduzco para el blog una entrevista a Roberto Toscano, investigador senior asociado al CIDOB (Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona), llevada a cabo por Oleguer Sarsanedas. El texto completo en catalán podéis encontrarlo aquí, y descargarlo si queréis. El material que esta web publica es de lo más interesante, por eso dejé el enlace entre los sugeridos por el blog, a mano derecha.
    Si los autores tuviesen algún problema con esta traducción, ruego me lo comuniquen y sencillamente la eliminaré de entre las publicaciones.

Como reza el título, la entrevista trata sobre las recientes tensiones en Irán, ofrece una visión más completa que la mayoría de los medios sobre la realidad del país, y trata d'albirar (de vislumbrar) las posibles situaciones que en un futuro cercano se darán en la región. Paso al texto:

En el contexto de una escalada de sanciones económicas y diplomáticas por parte de los Estados Unidos y de sus aliados, el último asesinato de un científico nuclear en Teherán, el 11 de enero, se añade a lo que las autoridades iranís califican de campaña de actos de terrorismo y ciberataques que tienen por objeto frenar el programa nuclear iraní. La república islámica atribuye la paternidad a Israel y a los Estados Unidos -que niegan tener nada que ver- y señala que la bomba que mató al profesor Mostafa Ahmadi Roshan es un paso más hacia la famosa linea roja pasada la cual nos adentramos en zonas de altísimo riesgo. Diversos analistas coinciden con esta valoración, pero algunos se inclinan a considerar que estas declaraciones no son sino una representación "teatral" para el consumo interno y externo.
Roberto Toscano (nidemocracy.org)
Roberto Toscano, que fue embajador de Italia en Irán (2003-2008), opina que, aun cuando hasta hace poco la hipótesis "teatral" parecía la más plausible, deben entenderse los últimos acontecimientos como algo realmente preocupante.






>Sin embargo, si repasamos las reacciones internacionales a la última llamada de los Estados Unidos para intensificar las sanciones económicas a Irán, se diría que la voluntad de aumentar la presión sobre Teherán no obtiene un consenso suficiente: aun cuando Europa ha decidido finalmente imporner un embargo de las importaciones petrolíferas de Irán a partir del 1 de julio del presente año, Rusia y China se oponen y Turquía, India y Pakistán anuncian que continuarán comerciando con Irán...
Hasta ahora, las sanciones han causado inconvenientes, pero se podían sobrellevar. En el momento en que las sanciones pasan a afectar a las exportaciones de gas y petróleo y a las transacciones del Banco Central de Irán, en el momento en que las empresas que tienen o han tenido tratos con Irán comienzan a recibir llamadas donde se les dice si quieren hacer negocios "con nosotros o con ellos", las consecuencias son obviamente de otro orden. Actualmente, todas las grandes corporaciones del sector energético están buscando posibles proveedores sustitutivos. Es decir, se está definiendo un escenario en el cual, a medio término, Irán se podría encontrar fuera del negocio. De aquí la amenaza iraní de cerrar el estrecho de Ormuz como respuesta a las sanciones, una jugada que tendría consecuencias económicas gravísimas también para Occidente, especialmente para Europa.

Se dice que el barril de Brent podría llegar a superar los 200 dólares. Lo cual, en el actual estado de las economías europeas, sería dramático.
Cerrar Ormuz, para los iranís, es como pegarse un tiro en el pie. Pero les quedan pocas opciones. Los Estados Unidos mantienen que no es aceptable que Irán tenga armas nucleares y que las sanciones son una alternativa a la intervención militar que propugna Israel. Ahora bien, sanciones hay de dos tipos: las que tienen por objeto conducir a un acuerdo y las que no. En el caso de las primeras, para conseguir el acuerdo es necesario, evidentemente, estar dispuesto a ofrecer algo a cambio. ¿Qué estarían dispuestos a dar los Estados Unidos? Ya lo dijeron hace tiempo: paz (es decir, no intervención militar) a cambio de una prohibición radical de enriquecer uranio. Pero es una oferta poco creíble, no sólo porque la demanda es inaceptable desde el punto de vista iraní, sino porque se produce en un contexto en el que todo parece indicar una falta de voluntad, por parte de EE.UU., de llegar a pactos y cumplirlos. Y esto viene de lejos. La posición de EE.UU. respecto a Irán se definió, en tiempos de Bush, sobre la base de esta máxima: para los buenos, las reglas no existen; para los malos, nunca son suficientes. Esta máxima continúa vigente: aunque Irán respete todas las reglas (enriquecer uranio en favor de R+D, siguiendo los protocolos establecidos y bajo inspección internacional), no es suficiente

¿Cómo se ve eso desde Teherán?
Desde el punto de vista iraní, es como si a un ciudadano sospechoso de rondar a la salida de las escuelas , en lugar de vigilársele o ponérsele un brazalete electrónico, se le aplicase de entrada la pena de castración. Para los iranís, la escalada es unilateral y las sanciones no son sino un paso hacia la guerra. A esta falta de buena voluntad negociadora se añade un contexto especialmente adverso: el año electoral en los Estados Unidos, en el que los candidatos a la nominación republicana abogan todos por una intervención militar y en el que Barack Obama, quien hasta ahora ha mantenido una posición ambivalente, podría verse tentado a apuntarse al bando de los belicosos, para no aparecer como débil ante "el enemigo". No hay ninguna duda de que el objetivo de unos y otros es la capacidad de fabricar una bomba nuclear: los iranís quieren tenerla, esta capacidad (como Japón, por ejemplo) y Estados Unidos quiere evitarlo. Irán, por otra parte, siempre ha dicho que el objetivo de su programa nuclear es cubrir las necesidades energéticas internas, para poder continuar exportando gas y petróleo a medio y largo término

¿Y nos lo creemos?
Irán es un país serio, cosmopolita, científicamente bien dotado. Su Ministro de Exteriores, Ali Akbar Salehi, es licenciado por la American University de Beirut y doctor por el Massachusetts Institute of Technology y su embajador en las Naciones Unidas, Mohammad Khazaee, tiene un máster de la George Mason University en los Estados Unidos. Irán es un país con una población joven, un buen nivel de educación, un porcentaje de analfabetismo bajo -como Turquía. Como los turcos (con quienes comparten el hecho de haber sido un imperio), los iranís son orgullosos -dicen: ¿por qué nosotros no íbamos a poder acceder a la energía nuclear? Por otra parte, si su objetivo, además de los usos civiles, es militar -obtener la bomba- (lo que aún no está nada claro), ¡es difícil no observar que nadie habla de intervenir militarmente en Korea del Norte!

¿Y cuál es, entonces, su objetivo?
La política en Irán puede esquematizarse con tres círculos concéntricos. El círculo externo representa la religión; el círculo intermedio, el antiimperialismo; el círculo central, el interés nacional. El objetivo es preservar este último -que es donde se sitúa la energía nuclear y el negocio energético. La cuestión es cómo. Desde la oposición se acusa al actual Gobierno de conducción temeraria, porque pone en peligro a la población con provocaciones innecesarias y declaraciones radicales que no llevan a ninguna parte. Ello no quiere decir que no haya una amplia solidaridad con Palestina, por ejemplo, pero no mucho más que en España o en Italia -en todo caso, lejos del antisemitismo declarado de Ahmadinejad. También en el exterior la popularidad de Irán a disminuído mucho desde los días en que pronunciarse contra Estados Unidos e Israel le aportava un 85% de aceptación entre los ciudadanos de los países cercanos: ahora se sitúa cerca de un 10%, como consecuencia de las Primaveras árabes, que han desteñido su imagen de país "más democrático" que otros, y por la desconfianza hacia "el imperialismo persa", que pesa mucho en la región.

¿Qué retiene a los Estados Unidos en este momento? ¿El sentido común?
Aunque la frase Washington is an Israel-occupied territory* ha hecho fortuna, de hecho lo único que retiene a Israel es Barack Obama. Pese a la fuerza del lobby del Likud en Estados Unidos, es muy difícil que Israel actúe sin permiso de la Casa Blanca -la cual, hasta ahora, no se ha mostrado dispuesta, después de Iraq y Afganistán, a encarar otra guerra. Y qué guerra: el territorio de Irán no lo ocupa cualquiera. Además, los iranís tienen capacidad de respuesta ante un ataque, no únicamente en tèrminos de guerra asimétrica o de posicionamiento de sus vecinos (los países del Golfo y Turquía), sino en términos de guerra electrónica: a comienzos de diciembre de 2011, interfirieron los aparatos de navegación de un avión espía no tripulado de los Estados Unidos haciéndolo aterrizar en territorio iraní. Ahora bien: pese a todo, no es imposible que los Estados Unidos acaben optando por la intervención. ¿Para qué sirven los asesinatos de científicos -que es algo que choca frontalmente con la sensibilidad de la mayoría de la población iraní- sino para provocar a Irán a reaccionar de alguna manera que pueda justificar la guerra? Por otra parte, el contexto de presencias militares múltiples en la zona haciendo grandes maniobras ante la costa iraní aumenta las posibilidades de que se produzca un incidente en cualquier momento. Y no existe una línea caliente.

¿Alto riesgo, entonces?
El riesgo es altísimo. Pero aunque es exigible que la responsabilidad de quien ejerce el poder sea proporcional al poder que tiene, no se debe adjudicar toda la culpa a los Estados Unidos. Existe un problema real de interlocución con Irán. ¿Con quién se debe hablar? ¿Con Ahmadinejad, que basa su fuerza en el populismo pero que está menos loco de lo que parece? ¿Con Ali Khamenei, el líder supremo, dado que en Irán no se hace nada que no cuente con su bendición? ¿O con Mohammad-Baqer Qalibaf, el ex alcalde "modernizador" de Teherán que se supone que podría ser el próximo presidente del país? De hecho, Irán es un país normal, en el sentido de que se producen conflictos de intereses muy semejantes a los que tenemos en otras partes del mundo, matizados, eso sí, por la existencia de un régimen clerical que se encuentra en las antípodas de la sensibilidad de la gran mayoría de la población -religiosa, pero anticlerical. Y las luchas políticas internas tienen como consecuencia que se boicoteen según qué iniciativas, por la sencilla razón de que quien consiga "normalizar" las relaciones con Estados Unidos (una normalización al estilo chino: te odio, pero existes) tendrá el apoyo del 90% de la población. Ahora mismo, empero, el riesgo de conflicto abierto es altísimo.

¿Y no se trata de una locura?
Una política racional debería respetar el hecho de que si bien una hegemonía regional iraní no es aceptable, la exclusión de Irán es imposible. Habría de dejar algún espacio al país. Cabe esperar a los nuevos presidentes, tanto de Irán como de Estados Unidos (un Obama menos condicionado por las exigencias de la reelección) -pero eso cae muy lejos, faltan muchos meses.


4 de enero del 2012


* "Washington es territorio israelí", N.d.T.


Es todo. Esperemos que la situación se arregle sin recurrir a la violencia (pues nunca sabemos a dónde nos lleva su atajo), e igualmente deberemos prestar atención a la otra zona caliente, Síria, eslabón muy importante en la cadena de relaciones entre Estados Unidos, Irán y el conjunto del mundo árabe.

Saludos

jueves, 26 de enero de 2012

Un poco de autocrítica...

...con la ayuda de Silvio Rodríguez . Porque es muy fácil denunciar, opinar y arreglar el mundo a través de la pluma; o desde la comodidad de un ordenador.


¿Que es mejor que no hacer nada? Probablemente. ¡Pero cuánto dista del verdadero esfuerzo! 


Letra

Canción en harapos
Qué fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre.
Qué fácil es suspirar ante el gesto del hombre
que cumple un deber
y regalarle ropitas a la pobrecita
hija del chófer.
Qué fácil de enmascarar sale la oportunidad.

Qué fácil es engañar al que no sabe leer
cuántos colores, cuántas facetas tiene el
pequeño burgués.

Qué fácil es trascender con fama de original,
pero se sabe que entre los ciegos el tuerto tiende a mandar.
Qué fácil de apuntalar sale la vieja moral
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada;
qué bien prepara su mascarada el
pequeño burgués.

Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel.
Viva el que huela a callejuela,
a palabrota y taller.  (bis)

Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres.
Desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien,
desde una casa gigante y un auto elegante
se sufre también.
En un amable festín se suele ver "combatir"...

Si fácil es abusar más fácil es condenar
y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar.

Qué fácil es protestar por la bomba que cayó
a mil kilómetros del ropero y del refrigerador.
Qué fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos
contra la cruz y el poder divino
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.

Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel.
Viva el que huela a callejuela,
a palabrota y taller. (bis)


Saludos

miércoles, 25 de enero de 2012

Promises


Documental de Justine Shapiro y B. Z. Goldberg. Doblado al castellano. 
Dejemos hablar sobre el conflicto de Palestina-Israel a las niñas y niños de "ambos bandos". 
Quizás nunca deberíamos dejar de pensar como lo hacen los niños. Quizás nunca deberíamos insuflarles nuestros propios miedos y prejuicios, perpetuándolos. Tal vez así, problemas que parecen atascados hallarían fácil solución.

Saludos

miércoles, 18 de enero de 2012

Leer a Mafalda

Os lo recomiendo encarecidamente. Reiréis y aprenderéis con la visión del mundo de Mafalda y sus amigos.
   Seguro que muchos conocíais de la existencia de esta niña que parece disfrutar realizando profundas preguntas (de esas que requieren buenas dosis de reflexión antes de ser contestadas) a sus padres y profesores, pero puede que no todos la hayáis leído a conciencia. A mi se me ocurrió hacerlo apenas dos meses atrás, y fijáos si me gustó que se ha ganado una entrada.
   Las viñetas del humorista Quino son también interesantes como documento histórico, pues reflejan desde la preocupación ante el armamento atómico, o ante el imparable ascenso de China, hasta el conflicto de Vietnam o la interiorización de la idea de un mundo bipolar, pasando por la problemática interna de la misma Argentina. Todo en clave de humor, a través de las afiladas críticas que Mafalda lanza con sus preguntas inocentes (...¿o no tan inocentes?)

Qué mejor que dejar unas cuantas viñetas para demostrarlo:




 

En fin, a mí me ha conquistado.

Saludos

jueves, 12 de enero de 2012

"El poder de los sin poder", por Václav Havel

Ayer mismo terminé de leer este libro del que fue dramaturgo, disidente durante el control comunista, último presidente de Checoslovaquia y primero de la República Checa: Václav Havel, recientemente fallecido.
    No esperéis las memorias de un perseguido. Se trata de un ensayo sobre la manera en su opinión ideal de oponerse a lo que él llamaba postotalitarismo (el régimen construido en la mentira colectiva, cuya coartada es un elaborado ordenamiento jurídico, con un aparato represivo temible y temido), mediante la vida en la verdad, actuando desde el contexto prepolítico de la sociedad (la vida y la existencia de cada uno, y de los que le rodean). Es un tanto filosófico, sin duda.

   El libro empieza con el ejemplo de un frutero que cuelga en los cristales de su negocio, junto a los precios del producto, un gran cartel con el eslogan "¡Proletarios de todo el mundo, uníos!". ¿Por qué lo hace? ¿Para demostrar un sentimiento propio? ¿Porque realmente cree en lo que dice el eslogan y en el efecto que pueda tener, desde una frutería cualquiera de la Praga de los años setenta? Más bien lo hace porque así lo tiene que hacer, porque así lo ha hecho siempre, porque así lo hacen todos y para ahorrarse problemas. Dice Havel:
La ideología -como coartada-puente entre el sistema y el hombre- llena el abismo entre los planes del sistema y los planes de la vida [de cada individuo]; da a entender que las pretensiones del sistema derivan de las necesidades de la vida: es una especie de mundo de la "apariencia" que se expande como realidad. 
   Nos dice que el eslógan que las autoridades entregan al frutero junto a sus frutas y verduras es un signo y transmite un mensaje preciso aunque secreto, que diría como sigue: "yo, tendero de verduras XY, estoy aquí y sé lo que tengo que hacer; mi comportamiento es el esperado, soy de fiar y no se me puede reprochar nada; obedezco y, por lo tanto, tengo derecho a una vida tranquila". Un mensaje que se dirige a "la cúpula", a los superiores de los tenderos de verduras, y a los posibles delatores. Aunque no sin riesgos, aquel que practicase la vida en la verdad sería aquel que no cumpliera con este mundo de la apariencia que es la ideología que mana desde el sistema, en su vida diaria, en sus relaciones... Aquel músico que compusiese letras de canciones que escapasen a la ortodoxia del régimen, aquel profesor que enseñase a sus alumnos según su propia conciencia, aquel que ante un juicio exigiese el cumplimiento de cada punto de la legalidad del sistema (muy elaborada, pues éste se justifica a través de un complejo ordenamiento jurídico) a rajatabla, o el frutero que no colgase el eslogan del cartel sin reflexionar ante lo que esa acción significa. 
 
Václav Havel (http://www.biografiasyvidas.com)
Pues bien, el libro desarrolla todo este argumento, esta crítica al sistema de las "democracias populares"; y la que es su forma favorita para minar, con constancia y sin sobresaltos ni violencias, la mentira del sistema.
  Havel escribió este ensayo en 1978, al poco de firmar junto a otros la Carta 77 (varias veces mencionada en el libro), en protesta por la detención de los miembros del grupo underground "Plastic People of the Universe"; bastante antes de surgir Foro Cívico o las "revoluciones de terciopelo".
 Si los libros con un fondo filosófico no son de vuestro agrado, no os lo recomiendo; pero si no os importa (o aun os gusta), y buscáis un documento que refleje el ambiente post Primavera de Praga y pre "revoluciones de terciopelo", desde la pluma de uno de sus principales protagonistas, echarle un vistazo.

No puedo cerrar esta entrada sin hacer referencia a unas cuantas frases (hacia el final del libro, pp.119-120) que me han llamado la atención por su actualidad, como me ha pasado en entradas anteriores, pese a que las separen de nuestros días más de 30 años. 
  Tras mencionar a Ortega y Gasset y su "Rebelión de las masas" (otra obra muy recomendable, con ecos de actualidad pese a que fue escrita en la época final de Primo de Rivera), Havel nos deja reflexiones como estas:

El sistema postotalitario es sólo un aspecto -drástico y por eso más iluminador sobre su verdadero origen- de esta incapacidad general del hombre moderno para ser "dueño de la situación"; (...) la mentira, de la que es su espejo, es sólo una de las variantes de la mentira esencial del hombre moderno. La crisis planetaria de la condición humana afecta tanto al mundo occidental como al nuestro (...). Heidegger habla explícitamente de 'crisis de la democracia'. [...]
  No parece que las democracias parlamentarias tradicionales sean capaces de proponer el modo de hacer frente (...) a la autocinesis de la civilización tecnológica y de la sociedad industrial de consumo; también a ellas les arrastra su torbellino (...); sólo que el modo con que manipulan al individuo es infinitamente más sutil y refinado que el brutal del sistema postotalitario. Pero todo ese complejo estático de los partidos políticos de masas, esclerotizados, llenos de verborrea y cuya finalidad política acaba en ellos mismos, que dominan con su aparato de profesionales y vacían a los ciudadanos de cualquier responsabilidad concreta y personal; (...); todo el omnipresente 'diktat' del consumo, de la producción, de la publicidad, del comercio, de la cultura consumista (...), todo esto (...) difícilmente puede ser considerado como la vía futura que llevará al individuo a reencontrarse a sí mismo.

Havel buscaba -o esperaba- encontrar esa vía alternativa para su propio país, para cuando las "democracias populares"  hubiesen llegado a su fin, pero no creía que la alternativa mejor fuese nuestro sistema, como habéis visto arriba. "Considero el viraje de la atención política hacia el individuo concreto como algo sustancialmente más profundo que la simple vuelta a los mecanismos habituales de la democracia occidental o -si se quiere- burguesa". Aun así, fue presidente de una de estas democracias "al uso", se opuso a la secesión de Eslovaquia, promovió el ingreso en la OTAN de la República Checa y de los demás países del antiguo Pacto de Varsovia... Se conformó en resumen con los "mecanismos habituales" de las democracias, aunque tal vez no tuvo más remedio. No conozco suficientemente la historia checoslovaca ni la biografía de Havel como para emitir un juicio sobre todo esto. En cualquier caso su obra, su pensamiento y su actuación durante las "revoluciones de terciopelo" quedan ahí; ya forman parte de nuestra historia reciente.

Saludos

martes, 3 de enero de 2012

Sobre la sociedad programada...

Siento la escasez de entradas. Los exámenes y otras cosas me restan el tiempo y las ganas necesarias para llevar el blog decentemente actualizado. Esta vez comparto una serie de extractos de un artículo que me ha llamado la atención (y conste que cuenta ya con bastantes años):

... Desaparece el carácter absoluto de esa categoría llamada sujeto humano; y el hombre queda reducido a una realidad instrumental, a vivir y funcionar como sujeto-objeto de un conjunto de organizaciones que, más allá de su voluntad, deciden su existencia. (...)
... La previsión con que la sociedad actúa reduce muchas acostumbradas decisiones individuales: "Una sociedad que parece cada día más capaz de satisfacer las necesidades de los individuos por medio de la forma en que está organizada, priva a la independencia de pensamiento, a la autonomía y al derecho de oposición política  de su función crítica básica" (H. Marcuse*) (...)
... La conclusión de G. Friedmann en este sentido recapitula con precisión las excelencias de la técnica: "El hombre de las sociedades opulentas (...) es el hombre modelado por el medio técnico, condicionado por las culturas de masa de las que frecuentemente sólo recoge lo peor a falta de saber escoger lo mejor, el hombre replegado sobre su pequeño perseguimiento de bienestar, indiferente a los grandes problemas colectivos..., perdiendo contacto con la naturaleza, solicitado por todos los gadgets, (...)"
Herbert Marcuse (foleybear.com)
Esta sociedad opulenta, en expresión de Galbraith, crea y potencia un tipo de hombre, de grupo humano, cada vez más proclive y obligado a ingresar en el ciclo rígido de producción-consumo. Pierde el contacto con elementos y materiales; olvida o desconoce los ciclos y ritmos de la naturaleza; se instala en los nuevos modelos de obligado uso: confusión de lo eficaz con lo bueno y útil; culto a las innovaciones técnicas, a la eficacia, al fetichismo del crecimiento económico continuo. 
(...)
Ha sido, pues, la creciente burocratización la que ha logrado dominar la compleja realidad presente, hasta convertirla en un conjunto de medios, en un sistema, utilizable en función de los intereses de las dos fundamentales organizaciones de dominio: la empresa o sociedad económica, y el Estado o sociedad política.
(...)
...Las grandes decisiones se toman de espaldas a los ciudadanos; no por malicia o desidia, sino porque lo que interesa por encima de cualquier otro objetivo es la lógica de la productividad. (...) La política se convierte en una estrategia de desarrollo económico, hasta el mismo olvido del desarrollo político o social.
(...)
La sociedad es una máquina que los tecnócratas deben hacer funcionar a la perfección. (...) Para A. Touraine, la nueva sociedad se llamará "tecnocrática" si se hace referencia al poder que la domina; y se apellidará "programada" si se intenta definirla por la naturaleza de su modo de producción y de organización económica. (...)
¿Es la panacea, el remedio a todos los males; o se gesta y desarrolla una nueva forma de alienación global? (...) es justo reconocer que la crisis de los setenta se encargó de echar por tierra o de poner interrogantes al desarrollo indefinido, que ni fue total ni mucho menos universalmente compartido. (...)
La autonomía del Estado se debilita ante los centros de decisión económica. (...) 
...Se alteran las formas de dominación social, y se sustituye el contenido o concepto de explotación económica por la noción de alienación. La dominación social toma formas nuevas: (...) genera necesidades y actitudes, y manipula culturalmente mediante el control de la educación, de la escuela, de los complejos medios de formación y comunicación; y finalmente, esta "sociedad de aparatos", en expresión de Touraine, dominada por grandes organizaciones, políticas y económicas a la vez, se orienta más que nunca hacia el poder, hacia el control propiamente político de su funcionamiento interno y de su entorno.
Casi cabría decir que todo nos viene dado, puesto que hasta la capacidad de oponerse, a través del sindicato, del grupo de presión o de las plurales alternativas políticas, queda debidamente integrada en el sistema y responde a esa tendencia racionalizante dispuesta a aceptar y digerir cuanto ayuda a la convivencia pacífica y eficaz. (...)
... El hombre alienado en la nueva sociedad vive gracias a las orientaciones sociales y culturales que le reconoce y administra la clase dirigente. Nuestra sociedad -comenta A. Touraine- es una sociedad de alienación; no porque reduzca a la gente a la miseria o imponga coerciones policíacas, sino porque seduce, manipula e integra.

Del artículo "La sociedad tecnocrática", de José Sánchez Jiménez (Profesor de Historia Contemporánea en la Complutense de Madrid). En el nº 29 de 'Siglo XX. Historia Universal': "La España del desarrollo. Años de boom económico", Historia16. Madrid, 1983.
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Se suele decir que la historia se repite. No es exacto. Vemos en ella unos ciclos, que efectivamente van y vienen, que nos son conocidos, como la dinámica de las olas al llegar a la playa. Más aun hoy en día, cuando sin mucho esfuerzo uno puede presenciar en su vida mortal una de estas "repeticiones de la historia". Aquí asistimos a un discurso que hoy nos suena familiar, y sin embargo se realizaba hace tres décadas. Se nos habla de tecnócratas, de alienación, de pérdida de poder político por parte del ciudadano y del mismísimo Estado, de consumismo inducido...
Se repiten los ciclos, pero cambian los contextos, lo que evita que la historia se copie a si misma, y lo que tal vez provoca -junto con nuestra estupidez y egoismo inherente- que no seamos capaces de evitar las consecuencias negativas de estos "regresos de Clío". Un amigo me dio un buen ejemplo para entender este movimiento cíclico pero no repetitivo: no hay que verlo como un carrusel, que efectivamente vuelve a repetir el mismo recorrido una y otra vez; sino más bien como una espiral, del tipo que recorre al tornillo, o como los senderos que suben la montaña rodeándola una y otra vez: giran familiarmente pero no pasan por el mismo punto. Los obstáculos son cambiantes.

Bueno, al final me ha quedado una entrada decente. He seleccionado las frases y párrafos que mejor encajan con el contexto actual. El resto del artículo habla sobre la evolución sufrida desde los principios del Estado interventor hasta el que pretende la racionalización de todos los factores; de la carrera por llegar a la programación absoluta de lo social, político, económico... mediante el extremado optimismo por la ciencia y la técnica. Reflexionen sobre lo que decían estos pensadores.

Saludos

*Cabe tener presente la influencia que este filósofo tuvo sobre los jóvenes del 68